De manera inmediata los policías acudieron al lugar observando a un grupo numeroso de personas alrededor de una mujer que sostenía a un bebé y al parecer estaba sufriendo síntomas de asfixia. La madre explicó a los agentes que su hija se encontraba muy mal y no era capaz de respirar.
Los policías realizaron una rápida observación a la menor comprobando que no podía respirar y comenzaba a enrojecerse por la falta de oxígeno llevándose las manos hacia su boca, sospechando los agentes que podría estar sufriendo una obstrucción en las vías respiratorias.
Ante esta situación, uno de los policías cogió a la niña en brazos y, tras colocársela en uno de sus brazos en posición decúbito prono, procedió a realizar la maniobra indicada para este tipo de situaciones conocida como Heimlich. A los pocos instantes de comenzar la maniobra, la niña expulsó gran cantidad de mucosidad de la garganta comenzando a respirar de manera autónoma, siendo asistida posteriormente por facultativos en un centro hospitalario.
La maniobra de Heimlich, es una técnica de primeros auxilios que se utiliza para expulsar objetos o pedazos de alimentos que estén obstruyendo las vías respiratorias de una persona.