Danza clásica, flamenco, baile urbano... el público que llenó las gradas tuvo ocasión de disfrutar de un programa en el que no se echó nada en falta.
Los momentos más emotivos se vivieron cuando las más pequeñas de Alhanza se subieron al escenario para interpretar con gran desparpajo sus números. Las niñas bailaron sin que, aparentemente, les hicieron ningún efecto el miedo escénico a pesar de la gran cantidad de personas que había acudido a verlas.
Entre todas, al margen de edades, ofrecieron un espectáculo ágil y entretenido que consiguió que el tiempo pasara volando.
Como número final, alumnas y profesoras subieron juntas al escenario para un último baile en el que compartieron protagonismo y demostraron una vez más el alto nivel alcanzado.