Sin embargo, el agua no ha llegado. "Si hubiera caído un aguacero, dices,por lo menos ha servido de algo", se lamentaba esta mañana Luciana García junto a la imagen de la Santa.
Los miembros de la Hermandad emplearon anoche cinco horas en colocar las rosas de distintos tamaños y colores que esta Semana Santa adornan el paso. Pusieron la última flor este domingo a las dos de la madrugada.
Esta mañana han podido lucir el resultado de todo ese esfuerzo en durante un breve recorrido por las calles próximas a la sede de los azules. La banda de músicos y los portapasos han insistido en sacar a la Santa para darle un baile y tocarle música. E inmediatamente han regresado para poner la imagen a cubierto.
"Esperemos que el año que viene tengamos suerte y podamos salir todos los días", señala la presidenta.