El pabellón del Colegio Azaraque ha vivido con emoción el cuento de 'La Cenicienta' que los usuarios de la Fundación Francisco Munuera han vuelto a representar.
En esta ocasión, el público fueron los alumnos del centro educativo así como los profesores y padres de alumnos. Todos ellos disfrutaron de la actuación, sobre todo, los más pequeños si cabe que enseguida empatizaron con la pobre Cenicienta en sus desventuras a causa de su madastra y tres hermanastras.
Pero también vivieron con emoción la irrupción en escena del hada madrina, convirtiendo a Cenicienta en una bella princesa en una calabaza convertida en carro. Disfrutaron del primer baile con el Príncipe en Palacio, donde no faltaron otros príncipes de los reinos vecinos como 'El Príncipe de Gebas' y el de Aledo.
Los estudiantes sufrieron con la pérdida del zapato de cristal de nuestra Cenicienta, pero recobraron la alegría cuando volvió a probarse el zapato y se casó con el Príncipe.
Los aplausos llenaron el pabellón del Azaraque para los usuarios de la Fundación Francisco Munuera que recibieron el sentido agradecimiento de la Dirección del centro así como un obsequio por su magnífica representación.