En el caso de que la empresa esté de acuerdo, el Ayuntamiento deberá hacer frente a "una larga lista de gastos" de mantenimiento, de garantía definitiva, indemnizaciones por extinciones o suspensión de contratos de trabajo, gastos salariales de personal, alquileres, costes de mantenimiento o gastos correspondientes a las pólizas de seguros..., enumera García. Y advierte de que estos gastos no han sido cuantificados por el equipo de Gobierno. "No sabemos cuánto va a costar este capricho", señala.
En opinión de IU-Verdes, deben ser los vecinos quienes decidan sobre el futuro de esta obra tras informarles tanto de los costes de detener el proyecto como de continuar adelante. En cualquier caso, García considera que no es necesario la paralización de la obra para poder realizar esta consulta a los ciudadanos.
La ilusión del consenso
El portavoz de IU-Verdes afirma que ha quedado en papel mojado la intención de convertir los próximos cuatro años en "la legislatura del consenso". Ese propósito "era un caramelo, una especie de ilusión que nos vendían", señala Antonio García para referirse al Pleno Extraordinario Urgente convocado el pasado viernes con sólo dos hora de antelación.
El concejal de IU explica que ese día, a las ocho de la mañana, participó en una Junta de Portavoces en la que no se informó de la inminente convocatoria del Pleno Extraordinario Urgente. El aviso llegó a las 11:30 horas: "se convocaba deprisa y corriendo únicamente para tratar un punto que no nos parecía de urgencia... No vemos más que el objetivo de convocarnos sin poder prepararnos los temas o sin haber podido consultar bien los expedientes".
García señala que el Gobierno del PP y Auna prometía diálogo y consenso, "pero el viernes se tomaron decisiones deprisa y corriendo y de la mano de Vox. Se puede contar para esos experimentos con grupos que, a lo mejor, no se preparan los Pleno, pero no con Izquierda Unida".