Tribunales

Condenados por plantar marihuana 6 miembros de una asociación legal

Agentes de la UDYCO descubrieron en Alhama en 2013 medio millar de plantas de marihuana, propiedad de Canmurcia, una plantación similar a las que esta asociación legal tenía en otras localidades. Seis de sus miembros han sido condenados ahora a prisión por delitos contra la salud pública y asociación ilícita, pero no ingresarán en la cárcel

Martes 23 de octubre de 2018


Llegaron con un mandamiento de entrada y registro concecido por un juez de Totana para acceder a un inmueble situado en Alhama. Dentro, los agentes descubrieron un centenar de plantas de marihuana en estado de floración con cogollos con un peso de unos 100 kilos. En una nevera había cinco bolsas con 1,7 kilos de marihuana lista para su consumo. En otra habitación los agentes hallaron once ramas de marihuana con cogollos en proceso de secado de unos 780 gramos de peso. En el patio exterior había 51 macetas de marihuana en estado de floración con cogollo de unos 20,6 kilos. En el piso superior encontraron otras 340 plantas de marihuana, también en estado de floración con cogollos con un peso de 10,8 kilos.

"Analizadas las sustancias decomisadas, todas resultaron ser cannabis, con un peso neto de 15,227 kilos, de los que se habrían obtenido 171,3 gramos destinados al tráfico en el mercado ilegal, con un valor de 837 euros", recogen en su sentencia los magistrados de la Sección III de la Audiencia Provincial.

Los agentes también se incautaron de diversos utensilios utilizados para favorecer el crecimiento de las plantas: cuatro focos alógenos, un ventilador, tres aparatos de aire acondicionado, dos videocámaras de vigilancia...

El funcionamiento de todos estos aparatos requerían una gran cantidad de energía eléctrica. Un técnico de Iberdrola descubrió que habían conectado una manguera/automático de 4810 amperios a la red general sin que la energía consumida pasase por contador alguno. De este modo, se daba servicio a los aparatos de aire acondicionado, lámparas y a la plantación de marihuana.

Como en Alcantarilla
El hallazgo de la plantación de marihuana en Alhama fue similar al descubrimiento realizado por la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) en Alcantarilla. Los agentes recibieron una información relativa a que en un inmueble de esa localidad había una plantación de marihuana. En la vivienda no residía nadie, pese a lo cual había aparatos de aire acondicionado funcionando de forma permanente aunque el inmueble carecía de contador de la luz.

Los agentes observaron cómo llegaba un individuo en una furgoneta en la que trasladaba dos garrafas de abono y un aparato de aire acondicionado. En el interior del inmueble había otro individuo.

Los investigadores pudieron comprobar que estos dos sospechosos, junto a un tercero, cooperaban en el cultivo, transporte y venta ilegal de la marihuana obtenida, usando para ello la furgoneta.

Dentro del inmueble había 343 plantas de marihuana en estado de floración. "La cantidad de droga destinada al consumo que se habría obtenido del anterior alijo sería de 22,82 gramos, con un valor en el mercado ilegal de 108,93 euros", recogen los magistrados en su sentencia.

Los agentes también se incautaron de una escopeta de aire comprimido, dos aparatos de aire acondicionado, un ventilador, tres lámpara alógenas, cuatro bombillas de sodio, cinco garrafas de abono, una bomba de agua, dos botes de acelerador de floración. Y en la furgoneta encontraron quince tarros con diferentes nombres comerciales de marihuana. En tres de estos recipientes había cogollos de marihuana, además de una bolsa con cinco gramos de hachís. Esta sustancia hubiera alcanzado en el mercado ilegal los 328 euros.

Al igual que en el inmueble de Alhama, habían realizado una conexión ilegal a la red de distribución eléctrica. Iberdrola estimó en 4.449 euros el valor de la energía defraudada, 1.100 euros menos que en nuestro municipio.

Una asociación como tapadera
Media docena de procesados se ha sentado en el banquillo de los acusados por estos hechos y por otros posteriores. Uno de los encausados es la persona que alquiló el local en Alcantarilla. Y precisamente cerca de ese municipio, en Murcia, tenía su sede la asociación que presidía: Canmurcia. Constituida en 2011 e inscrita en el registro de Asociaciones y Fundaciones de la Comunidad Autónoma, en su junta directiva también aparecía otro de los procesados en el cargo de secretario.

Los estatutos de Canmurcia aseguraban que esta asociación tenía por objeto "el estudio del cáñamo y sus aplicaciones científicas y terapéuticas; evitar el peligro para la salud inherente al mercado ilegal de cannabis y promover el debate sobre su situación legal, para lo cual podrán desarrollar actividades económicas para realizar sus fines, celebrar reuniones, actos, cursos y ejercer acciones".

Para ser socio de Canmurcia bastaba con firmar un formulario y pagar 10 euros, además de una cantidad variable para acceder 'estatutariamente' a un máximo de 60 gramos de marihuana al mes. "Los precios a los que se vendía la droga eran menores que en el mercado ilegal, lo cual garantizaba la afluencia de consumidores", explican los magistrados.

La Audiencia Provincial no tiene ninguna duda de que "al amparo de una asociación con fines aparentemente inocuos, se ejecutaban actos de tráfico, promoción, donación y favorecimiento del consumo ilegal de cannabis en diferentes variedades y se estratificaban constantes plantaciones de marihuana para mantener un aprovisionamiento permanente; actos en los que coparticipaban los acusados, bien asumiendo la dirección de aquella, buscando inmuebles para las ilegales plantaciones, facilitando y ejecutando la infraestructura necesaria o acometiendo las plantaciones, el transporte y venta de cannabis y todo ello con una vocación estable".

Como si nada
Pese a la existencia de una causa penal por todo lo anterior, Canmurcia continuó con su ilegal actividad de plantaciones de marihuana y aprovisionamiento de cannabis con fines delictivos, ampliando aparentes 'asociados' y los locales destinados a la distribución de cannabis "de forma indiscriminada, para dar respuesta a la ingente demanda de droga", recogen los magistrados en su sentencia.

De este modo, a principios de 2015 la Jefatura de la Policía Nacional en Murcia recibió llamadas de asociaciones de vecinos, comerciantes y familiares de consumidores informando de la gran afluencia de gente que de nuevo se detectaba en los locales de Canmurcia y Luz Verde.

Esta última asociación también había sido inscrita en el registro de la Comunidad Autónoma con los mismos fines que Canmurcia. De hecho, quien era el presidente de Canmurcia, en Luz Verde era su secretario. "En realidad, Luz Verde era una prolongación de Canmurcia", explican los magistrados.

En junio, Cannabis ya tenía al menos tres locales que generaban más de 6.000 euros mensuales en gastos de alquiler, agua y otros. En estos establecimientos "se dispensaba cannabis y resina de cannabis masivamente", se recoge en la sentencia.

Además, "las plantaciones que se ejecutaban en los locales adscritos a cada asociación estaban preparadas para generar al menos cuatro cosechas al año similares a las incautadas", afirman los magistrados.

Ninguna de las asociaciones referidas (Canmurcia y Luz Verde) preveía en sus fines la venta o cultivo de cannabis. Además, ambas habían solicitado autorización administrativa para el uso y cultivo de cannabis y había sido denegada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Más entradas y registros
Las vigilancias permitieron constatar a los agentes, como había informado vecinos y comerciantes, era constante la afluencia de jóvenes a los locales de Canmurcia y Luz Verde, de los que salían a los pocos minutos portando diferentes cantidades de cannabis.

Finalmente, en junio de 2015, la Policía procedió a la entrada y registro de esos establecimientos. Allí los agentes encontraron todos los útiles y sustancias que era previsible hallar. Además de herramientas, utensilios y sistemas de iluminación y riego para el cultivo de las plantas de marihuana, se incautaron de abundante sustancia estupefaciente. En los dos locales de Canmurcia el valor estimado de la droga superaba los 24.000 euros, mientras que en el establecimiento de Luz Verde el estupefaciente intervenido tenía un valor superior a los 36.500 euros.

Condenados sin juicio
La vista oral contra los seis procesados no ha llegado a celebrarse porque los abogados de la defensa se mostraron de acuerdo con la acusación del Ministerio Fiscal. No obstante, antes el fiscal había modificado su escrito para quedara constancia de que todos los acusados, salvo uno, eran consumidores habituales de estupefacientes en el momento de comisión de los hechos. Y por otro lado, indicó que la causa ha estado paralizada durante dos periodos por causas no imputables a los acusados. Ambas circunstancias (dilaciones indebidas y drogadicción) han sido tenidas en cuenta a la hora de fijas las penas y rebajarlas.

Cada uno de los seis procesados ha sido condenado a seis meses de cárcel por un delito contra la salud pública de sustancias que no causan grave daño a la salud, salvo uno de ellos, que deberá cumplir un año de prisión. Además deberán abonar multas de entre 2.000 y 60.000 euros. Precisamente, la sanción económica más baja es la impuesta a quien era presidente de Canmurcia y secretario de Luz Verde. Ambas asociaciones han quedado disueltas.

Los magistrados también han fijado para cinco de los seis procesados una pena de seis meses de multa con cuota diaria de 6 euros por un delito continuado de defraudación de fluido eléctrico. También los cinco deberán indemnizar a Iberdrola con cerca de 10.000 euros.

Y finalmente, cuatro han sido condenados por un delito de asociación ilícita a un año de prisión y los otros dos, a seis meses.
Los abogados de los condenados solicitaron al Tribunal la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad impuesta. El Ministerio Fiscal informó de que no se oponía.

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