La pancarta con la inscripción "Nuestras pitanzas. 22 de Agosto. Librilla.es Tradición, Fiesta, Historia, Deporte y Cultura" y el escudo de la localidad la subieron hasta la cima más elevada del Atlas tres librillanos el pasado 28 de agosto. Fue una hazaña de Luis Bartolomé Muñoz (63 años, jubilado de ElPozo), Justo Andreo Álvarez (37 años, trabajador de especias Félix Reverte) y Manuel López Vicente (70 años, maestro de Primaria jubilado).
Los tres consiguieron ascender los 4.167 metros de altitud de Toubkal, el techo de la cordillera marroquí del Atlas.
La aventura comenzó dos días antes, el 26 de agosto, cuando los tres salieron de Librilla para tomar un avión en el aeropuerto de Alicante y viajar a Marrakech.
Una vez en esa ciudad de Marruecos, se dirigieron en taxi hasta Imlil para alojarse en el hotel Riad Imlil. Desde ese pueblo base, situado a 1.750 metros de altitud, iniciaron el ascenso al día siguiente a las 8:00 horas de la mañana acompañados de un guía, un requisito obligatorio para quienes desean alcanzar la cumbre del Atlas, además del control de pasaportes a la entrada del Parque Nacional del Toubkal.
Tras los trámites burocráticos, comenzaron siete horas de ascensión. Después de subir por una senda transitada por mulos cargados de mochilas y comida, consiguieron llegar a las 15:00 horas al refugio del Club Alpino Francés de Casablanca, situado a 3.207 metros de altitud. Allí hicieron noche y, gracias a que los tres estaban federados en Murcia, consiguieron una rebaja en el precio de la pernoctación y la cena.
El ascenso lento por la senda, con algún tramo más abrupto que los demás, permitió a los tres librillanos disfrutar del impresionante paisaje.
A mitad del camino se llega a una pequeña aldea situada a 2.325 metros de altitud, Sidi Chamharouch. En ese lugar, los viajeros encuentran chiringuitos para comer y descansar. Además, en esa población está Piedra Blanca, un santuario de peregrinaje.
Al día siguiente, 28 de agosto, estaba previsto coronar el Toubkel ascendiendo desde los 3.207 metros de altitud del refugio hasta los 4.167 de la cima más alta de Marruecos.
Los tres librillanos emprendieron el camino a las 4 de la madrugada con su guía. Era noche cerrada, por lo que fue necesario iluminarse con los frontales.
Se trataba de una ascensión dura por lo abrupto, escarpado y empinado del terreno, formado por piedra suelta y resbaladiza. Por este motivo, los bastones son imprescindibles en este tramo.
En cualquier caso, el ascenso fue tranquilo, con frecuentes paradas y evitando el mal de altura con alimentos energéticos y el consumo de abundante agua.
Objetivo conseguido
A la llegada a la cumbre, después de cinco horas de subida, les esperaba el viento y el frío. Permanecieron en la cima del Toubkel una hora durante la que pudieron contemplar del paisaje, hacerse fotos con la pancarta de las Pitanzas de Librilla, almorzar... y disfrutar de la satisfacción de haber conseguido hacer realidad un reto personal muy grande.
La primera parte del descenso, desde la cumbre al refugio, se prolongó durante tres horas. Y, a continuación, emprendieron la bajada desde el refugio a Imlil, para lo que necesitaron cinco horas.
Una vez en el hotel, degustaron una buena cena tras una reparadora ducha.
Los siguientes días, hasta el 1 de septiembre, tuvieron ocasión de disfrutar de Marrakech alojados en el Hotel Afriquia Garden, junto a la Plaza Jamaa El Fna, Valle Ourika.
El 2 de septiembre tomaron un vuelo para regresar a Alicante y poner fin a la aventura que les había llevado hasta el techo de Marruecos.