El recién estrenado presidente de la Cofradía de San Juan Evangelista de Alhama, Andrés Martínez, abre una nueva etapa con el objetivo de devolver la ilusión y fomentar el sentir cofrade en el Paso Blanco.
Las desgracias que han azotado a la cofradía como fue el fallecimiento de la presidenta Belén Martínez y el parón de la pandemia con sus consecuencias obliga ahora a una remontada en muchos sentidos.
Martínez se siente ilusionado por el nuevo impulso que quiere dar a la cofradía, si bien la línea principal será de continuidad. Sin embargo, reconoce que el regreso de las procesiones a las calles esta Semana Santa ha costado volver a enganchar a los portapasos por lo que reavivar el sentir cofrade será uno de los obetivos prioritarios.
También quiere acometer otros proyectos como la instalación de un cabestrante en la sede para facilitar el movimiento de imágenes y adquirir nuevas túnicas especialmente para niños de 4 a 6 años, que son las más demandadas.
Además, Martínez también tiene en cartera la reparación de las carrozas que este año han dado algunos problemas en las salidas procesionales y el trono dorado también necesita un lavado de cara.
Martínez lleva cinco años en la Junta Directiva del Paso Blanco y en el momento en el que el presidente saliente, Salvador Cerón, comunicó su decisión de no presentarse, vio la necesidad de presentar su candidatura.
El ahora presidente del Paso Blanco no veía correcto que una gestora se hiciera cargo de la Cofradía ante la posibilidad de que pudiera ser un preludio de la desaparición de la misma.
Es por ello que buscó y logró el consenso familiar, dado que dirigir una cofradía, confiesa, requiere de mucha dedicación, y se siente muy orgulloso de todas las felicitaciones que sigue recibiendo tras su nombramiento por unanimidad.
Andrés Martínez quiere enviar un mensaje a los vecinos para que todo el que quiera se acerque a la cofradía que tendrá siempre la puerta abierta.