La Hermandad de Santa María Magdalena ha convocado para el próximo 4 de junio a su junta directiva para hacer balance de la Semana Santa y ponerse manos a la obra para preparar la Semana Santa de 2023.
Su presidenta Luciana García Balsas nos adelanta un pequeño balance de cómo ha vivido ella esta Semana Santa en la que estrena cargo en la Hermandad en el año del regreso de las procesiones a las calles.
Para García Balsas la procesión del Santo Entierro en la noche de Viernes Santo necesita una revisión y puesta en común en la Junta de Cofradías. Este año el recorrido ha variado, ha sido más largo y en concreto para el Paso Azul ha sido accidentado dado que el Cristo de la Buena Sangre a su paso por la calle Hospicio 'chocaba' con los cables que cuelgan en la citada calle.
Además, en el trayecto final de la procesión apenas hay público lo que resulta desalentador para portapasos y cofrades. Por lo pronto, la presidenta de la Hermandad cree que debería replantearse el recorrido de esta procesión.
Por otra parte, García Balsas no ha visto en las calles tanta afluencia de público como en años anteriores a la pandemia. Cree que hay que volver a trabajar en reilusionar a cofrades y vecinos para que la Semana Santa de Alhama vuelva a vivirse con intensidad como antes de la pandemia. Pero también a los portapasos dado que a veces cuesta completar un trono para sacarlo a hombros en vez de en carroza.
Ciertamente, los dos años de parón de procesiones ha venido a desinflar las ganas de Semana Santa. En opinión de la presidenta del Paso Azul aún ha persistido el miedo al contagio al Covid así como otras personas que han aprovechado para salir de viaje, cosa que no se ha podido hacer también a causa de la pandemia.
Con todos esos ingredientes, García Balsas cree que hay que trabajar durante todo el año para que las calles vuelvan a estar más concurridas y la Semana Santa de Alhama sea más grande cada año.