"Esta noche mi madre ha aparecido, ha sido encontrada en Santo Angel (Murcia), ya está con nosotros y está bien". De este modo informaba, Paula Rubio, hija de María Ignacia Carreira, de la aparición de su madre. La noticia se conocía este martes pasada la una de la madrugada.
"Muchas gracias, gracias de todo corazón a toda la gente que nos ha apoyado y ayudado en este mes. Nunca podremos agradeceros todo lo que nos habéis ayudado con la desaparición de mi madre", añadía la hija de esta vecina de Totana, que se encontraba en paradero desconocido desde el 30 de agosto. "Lo único que pedimos ahora es respeto hacia nosotros pero sobre todo a ella, porque ahora tiene que recuperarse al 100%".
Una hora antes la Asociación Sosdesaparecidos había desactivado la alerta señalando que María Ignacia, de 52 años, había sido localizada y se hallaba en buen estado.
Había sido encontrada en Santo Ángel, la pedanía de Murcia próxima al Santuario de la Fuensanta.
La feliz noticia se produce después de un mes de angustia para la familia, que desde el día de la desaparición de María Ignacia no ha dejado de llevar a cabo diferentes acciones para tratar de localizarla. Una de las últimas la puso en marcha el sábado 22 de octubre. Ese día hizo un llamamiento a la ciudadanía para que colaborara en la distribución por varias pedanías de carteles informando de la desaparición de María Ignacia. Las últimas noticias que tenía en ese momento la familia sobre su paradero indicaban que la mujer podría encontrarse en la pedanía del Paretón. "Parece ser que cuando ve gente, se oculta", aseguró entonces la portavoz de la familia. Días antes, una vecina de El Pareton aseguraba haberla visto por los alrededores del Centro Social de esa pedanía.
Anteriormente, se habían realizado batidas por otras zonas de Totana con la ayuda de voluntarios, miembros de Protección Civil, agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil, efectivos de Cruz Roja... Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no se obtuvo ningún resultado.
Al final, la perseverancia de la familia, el trabajo de las Fuerzas de Seguridad, la colaboración de los voluntarios y el apoyo de distintas entidades como Cruz Roja y Protección Civil han dado su resultado. Entre todos ha sido posible poner el menor final que podría desearse para esta historia.
Enhorabuena a la familia y un abrazo a María Ignacia.