La historia comenzó hace 40 años para aquellos entusistas pioneros que empezaron a edificar la entidad que hoy es el Club Atletismo Alhama. Décadas más tarde, ese mismo entusiasmo sigue estando intacto en quienes hoy visten la camiseta que lleva el escudo de la entidad deportiva en activo más antigua de la localidad.
Uno de estos jóvenes atletas, Ángel Roa, un niño de 11 años, explicó cómo fue su llegada el Club hace cinco años. Aquel día se encontró con una entrenadora que al acabar los ejercicios le preguntó: "Vienes otro día, ¿no?". Entonces respondió "por supuesto" y desde entonces no ha dejado de contestar lo mismo cada vez que escucha la misma pregunta a modo de despedida al acabar cada entrenamiento.
Este fue el texto que leyó Ángel Roa el sábado con motivo del 40 aniversario del Club Atletismo Alhama:
"Desde pequeño siempre me ha gustado el deporte. A partir de los 3 años probé muchísimos deportes. Pádel, judo, natación... Cuando tenía 6 años, mis padres me propusieron ir a unas jornadas de puertas abiertas de atletismo para probar. Ese día me entrenó una chica alta, morena, de pelo rizado y con gafas. Hicimos juegos, saltos y alguna carrerita. Recuerdo correr en una pista como las que veía por la tele. Y eso me moló.
Cuando terminó el entrenamiento, la chica alta me dijo: "Vienes otro día, ¿no?". Y desde entonces y hasta día de hoy me sigue preguntando: "Vienes el próximo día, ¿no?". Y yo siempre digo que "por supuesto".
Pronto empezarán las competiciones. Que si pruebas por equipos, semifinales, pruebas combinadas, finales individuales... La verdad es que no me enteraba de nada. Y mis padres, menos. Pero bueno, yo no me perdía ni una.
En las primeras competiciones, siempre me sentaba mal el desayuno. Me dolía la barriga. Pasaba un ratito en el baño antes de salir de casa y no se me quitaba ese malestar.
Más tarde comprendí que no era casualidad y que eran los nervios.
Aún recuerdo mis primeros 50 metros lisos. Qué susto me pegué con el disparo de salida. Casi salgo corriendo para el otro lado.
Conforme fueron pasando los meses, empecé a conocer a niños y niñas de todas las categorías y a todos los entrenadores.
Me encantaban los días en que había entrenamiento.
Durante estos años he hecho un montón de amigos con los que comparto cosas dentro y fuera del atletismo.
Cuando nos vemos en las competiciones, nos animamos unos a otros en cada prueba. Es como si fuera una gran familia.
Nos han enseñado que lo importante es participar, pasarlo bien y superarnos a nosotros mismos. Y eso es lo que hacemos, pero qué gusto da llevarse alguna medallita de vez en cuando.
Estoy muy agradecido a mi entrenadora, esa chica alta, de pelo rizado y con gafas, y a todos los entrenadores del club, porque todos nos enseñan, nos corrigen y nos dan consejos. Y están pendientes de nosotros en cada competición y entrenamiento. Sin vosotros, el Club Atletismo Alhama no sería posible.
A lo largo de estos años he disfrutado muchísimo. He tenido la oportunidad de participar en un montón de finales e incluso a nivel interprovincial junto con otros niños de otros clubes de la Región representando a la Federación Murciana.
Me llevo un montón de recuerdos, experiencias y buenos momentos.
Y como representante de las nuevas generaciones de atletas, espero seguir formando parte de este club muchos años.
Gracias".