Colaboraciones

Seguridad ciudadana

Nadie puede pensar que desproteger a las fuerzas de seguridad del estado y limitar su actuación va a mejorar la seguridad ciudadana

Marga Estrada | Miércoles 24 de noviembre de 2021


Ahora hay un nombre para casi todo, así que debe existir uno para esas situaciones en las que alguien propone acciones que generarán problemas a los que esas mismas personas se ofrecerán como salvadores, solo que yo lo desconozco. Una pena, porque estas columnas siempre quedan mejor cuando uno escribe ese nombre.

El ejemplo más claro de este comportamiento es el de las sucesivas leyes de educación, todas enunciadas con el noble objetivo de disminuir las tasas de fracaso escolar, adaptar la enseñanza a las distintas capacidades del alumnado, formar ciudadanos mejores y adaptados a las nuevas exigencias de la sociedad y etc, y en la práctica, todas con peores resultados que la anterior. Pensando un poco seguro que se nos ocurrirían algunas más. Las sucesivas reformas de la ley del Menor, por poner otro ejemplo, no parecen haber ofrecido tampoco grandes soluciones y sí generado situaciones que siempre se pide a la sociedad que se abstenga de pedir que “se legisle en caliente”. No creo que haya que abundar en ello.

Hoy rumio sobre la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana que espero que el PP derogue conforme llegue al poder y a la que, por tanto, espero que no le dé tiempo a hacer mucho daño. Sin embargo, las heridas que provocan este tipo de leyes suelen tardar en curar.

Igual que nadie en su sano juicio puede pensar que el nivel educativo del alumnado en general pueda subir eliminando las escuelas especiales, las recuperaciones o la necesidad de aprobar para pasar de curso o titular en secundaria mientras se carga a los maestros y docentes con cada vez más trabajo burocrático, nadie cuerdo puede tampoco creer que los cambios que propone dicha ley desprotegiendo y desarmando a las fuerzas de seguridad del Estado hasta de su presunción de veracidad o de la posibilidad de retener hasta 6 horas a quien se niegue a ser identificado, reduciendo este tiempo a 2 horas e instaurando el derecho a ser devuelto al sitio donde se produce la detención, y otros numerosos cambios que son objeto de protesta, vayan a mejorar la seguridad ciudadana o a mejorar la convivencia social, que no olvidemos, cuando se deteriora la percepción ciudadana de seguridad, es lo siguiente que se destruye.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas