Regalos de cumpleaños

Cuando he leído lo de los 400 euros que “el Gobierno” va a regalar a los jóvenes cuando cumplan 18 años para “que gasten en cultura”, prometo que he pensado automáticamente una “Fake new”, un chiste, una exageración. Sin embargo, es una noticia real. Puede que pensáramos que nunca salimos de este periodo electoral perpetuo en el que parecemos vivir, pero ahora ha dado comienzo una nueva velocidad en el asunto.

Van ya dos iniciativas en el sentido de compra de voto joven (que ya se sabe que cotiza más barato que el de aquellos que ya han visto más de una campaña electoral y saben lo que valen estas monedas de oro que se desvanecen al amanecer), la de los 250 euros al mes para alquiler durante dos años y esta de los 400 euros. A esto se une la subida del sueldo de los funcionarios y pensionistas y estamos a dos telediarios de prometer que los niños cenarán helado todos los días. Cosas de las campañas.

El quid es que “el Gobierno” no dispone de más dinero para repartir que el que nos quita, así que este juego de suma negativa (porque en la gestión y movimiento de dinero, siempre se pierde un porcentaje) siempre se resume en una “redistribución de renta”, es decir, quitarle a una parte de la población para darle a otros.

En 2004, que es el año en el que nacieron los que cumplirán 18 en 2022, nacieron algo más de 450.000 niños. El coste de la medida será, aproximadamente, de 180 millones de euros al año. 200 quizá, si incluimos los gastos de gestión. El chocolate del loro ese que debe estar perdidamente diabético. ¿Qué son 200 millones de euros? Al fin y al cabo, cuesta el doble el Ministerio de Igualdad y no tiene ni la mitad de impacto electoral que va a tener esta medida.