Hace algunos días leía un artículo buenísimo que ahora no consigo encontrar, se titulaba algo así como “Quien está dispuesto a perder las elecciones”, de esas lecturas rápidas que haces cuando estas esperando un turno o como cuando te montas en un autobús (diría un tres pero pa’ lo poco que le queda no merece ni la pena), y venía a decir algo así como que todos los partidos, los políticos y los ciudadanos estábamos consternados por el deplorable estado del Mar Menor, pero que nadie haría nada porque significaba tocar directamente a los poderes económicos de la Región.
No obstante, a día de hoy, muchos se llenan la boca o se ponen la camiseta o la foto con el pececito o el caballito en negro y la frase “SOS Mar Menor”, anda que vamos apañados. Si a la laguna salada le falta oxígeno no me quiero ni imaginar a los cerebros de la mayoría de nuestros gobernantes ya sea a nivel regional o nacional.
Durante años toda la costa mediterránea ha sido abandonada a su suerte, víctima de quienes solo veían negocio en ella, vulnerando leyes de costas, construyendo chalets, hoteles de lujo o cultivando de forma intensiva en un clima semiárido como es Murcia, lo cual además de un disparate es una atrocidad contra el ecosistema.
Pero claro, ahora que aparece el cadáver (concretamente hasta 8 toneladas de peces muertos) ahora todos somos buenísimos y nos preocupa un montón la laguna.
Ahora aparece López Miras, el digno heredero de PAS, como si fuese Horatio de CSI Miami en la barca, ahora los “socialistas” desentierran la ley de 1987, que si nos la leemos tampoco es nadad el otro mundo, mientras que siguen sin incluir en su programa electoral la eliminación de estos cultivos que son tan contaminantes y sin limitar la ocupación de los espacios cercanos de la costa, pero todo vale en la carrera por demostrar quién quiere más a la Región, aunque la quieren muy muy mal, como ya han dejado más que claro.
Todo esto sucede mientras que nos quitan el tren de cercanías a toda la comarca del Valle de Guadalentín, mientras que seguimos sin una red de carreteras regionales fiables, como puede verse en la RM 515 o con una de las previsiones de crecimiento más pobres para los próximos años. ¿Y todavía nos preguntamos quien está dispuesto a perder las elecciones? Para mí está bastante claro, ya las han perdido los que han demostrado que no son parte de la solución, sino del problema.