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Trenes, cerdos y losas

Cuando una cerda pare más lechones que tetas tiene, pueden ocurrir dos cosas. Una, que se deje a los lechones a su suerte. Los lechones más fuertes se servirán primero, y de las mamas más cercanas a la cabeza, más productivas

Marga Estrada | Viernes 30 de julio de 2021


Cuando una cerda pare más lechones que tetas tiene, pueden ocurrir dos cosas. Una, que se deje a los lechones a su suerte. Los lechones más fuertes se servirán primero, y de las mamas más cercanas a la cabeza, más productivas. El resto de lechones mamarán si queda algo cuando los más fuertes hayan acabado. La otra opción es intervenir en ese proceso de lactancia asegurándose que todos los lechones obtienen suficiente calostro y luego leche.

Evidentemente, las tasas de supervivencia de lechones entre un método y el otro serán diferentes.

De muy pequeña vi algún lechón muerto y supongo que por eso esa imagen me parece tan gráfica cuando hablamos de reparto desigual de recursos. La prensa dice “conferencia de representantes autonómicos” y yo veo a la cerda. No falla. Solo que, de alguna manera, el que tiene que organizar la lactancia lo hace con criterios que podríamos decir arbitrarios si no supiéramos todos que son espúrios.

Criterios espúrios parecen también los que llevan a ADIF a abandonar los proyectos de utilización de semilosas que permitían mantener la circulación de trenes mientras se realizaba el soterramiento y la electrificación de la línea y condenan a la región de Murcia a no tener prácticamente conexión ferroviaria durante los próximos años. A ser una “isla ferroviaria”, como la titulaban en algún artículo. Varios miles de coches diarios más a la carretera durante años, justo lo que necesitamos para cumplir con los objetivos de “descarbonización”. No es que no se pueda mantener la circulación de trenes mientras se llevan a cabo las obras. Es que no se quiere, por mucho que se ponga a Europa de excusa. El encargado del cebadero le ha cogido manía a un lechón pequeño que se empeña en crecer y no morirse, y cuando lo ve enganchado a la teta que ha soltado alguno de los hermanos, todavía procura soltarlo de ella.

Menuda losa de encargado.

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