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Sanchistas

Esos pigmentos del tomate son responsables de su poder antioxidante y de parte de su aroma y sabor, lo que significa que los tomates blancos, por mucho que se llamen tomates, salgan de plantas de tomates y parezcan tomates exóticos, no, no sirven para lo mismo que los tomates, si a usted le dijeran que son otra cosa, como otra cosa los comería

Marga Estrada | Sábado 05 de junio de 2021


Esta mañana contaba en mi página de Facebook que el color de los tomates viene determinado, como el que producen las impresoras de color, por la mezcla de tres (tipos de) pigmentos. Primero tenemos a las clorofilas, que como todos sabemos, son verdes. Estas predominan mientras el fruto es inmaduro y van desapareciendo durante la madurez, en la que se acumulan carotenos (amarillo dorado) y xantofilas (en tonos malva). Es el equilibrio entre esos diferentes grupos el que determina el color. Así hay tomates rojos, que podríamos llamar equilibrados, amarillos (sin xantofilas), de morados casi negros (con altas concentraciones de ellas y poco caroteno), o incluso blancos (sin carotenos ni xantofilas).

Esos pigmentos del tomate son responsables de su poder antioxidante y de parte de su aroma y sabor, lo que significa que los tomates blancos, por mucho que se llamen tomates, salgan de plantas de tomates y parezcan tomates exóticos, no, no sirven para lo mismo que los tomates, si a usted le dijeran que son otra cosa, como otra cosa los comería.

El otro día le oí a un vecino decir que lo que tenemos en el Ayuntamiento de Alhama no son socialistas, sino “sanchistas”, y esta mañana, escribiendo sobre los tomates, me ha vuelto a la memoria la frase. Los sanchistas vendrían a ser como socialistas descoloridos, sin vitaminas, a los que lo mismo les da defender que se saque dinero de las regiones pobres de España para destinarlo a las ricas que el que no se mande agua a Murcia desde el trasvase, favoreciendo la desertización, para dedicarla a diluir la que echan desde alcantarillados sin depuradora al Tajo, que se indulte a los inductores confesos del (pen)último golpe de Estado que ha sufrido España, que se homenajee a los etarras o que Juan de la Cierva era franquista aunque se muriese antes de que comenzase la guerra civil, o todo lo contrario, si es que mañana mandan pensar otra cosa.

Como a Conesa, vamos, que lo mismo le da Juana que su hermana mientras lo mande Pedro el Guapo o cualquiera que ocupe el sillón.

Al fin y al cabo ¿hay algo que defina mejor al sanchista que la querencia del sillón por el sillón, que el estar dispuesto a hacer lo que sea, cualquier cosa, por permanecer en él?

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