Colaboraciones

A toda máquina y sin conductor

Dejar sin tren a la población de los municipios entre Lorca y Murcia (La Hoya, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla) es una declaración de guerra abierta contra las clases populares

Antonio García Martínez | Miércoles 19 de mayo de 2021


Si hay un verdadero ejemplo de algo que acabó por ser el pistoletazo de salida para la Revolución Industrial, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, fue la invención de la locomotora, en un primer lugar ideada por Trevithick en 1804, y poco después mejorada y adaptada a grandes trayectos por el gran Stephenson. Esta máquina llegó a revolucionar completamente el mundo de los transportes, especialmente las mercancías, y a día de hoy sigue teniendo un inmenso peso en el tema de conectar el mundo. No obstante, como en aquel momento, tiene ciertos detractores. En el siglo XIX más de un médico español llegó a afirmar que era peligrosísimo montar en tren, los grandes cambios de presión llegarían a provocar la explosión de los pulmones, y la diversidad de paisajes llegaría a quemar nuestras retinas…

Tonterías, que a día de hoy no tienen cabida, pero tienen otras igual de fatales para el uso del tren, como son los planes de “crecimiento” ideados desde ADIF (Administración de Infraestructuras Ferroviarias), que lejos de contemplar la continuidad del necesario servicio de cercanías, ya ha avisado que este va a quedar suspenso por las obras del AVE.

Dejando a un lado el hecho de que el AVE se lo van a comer con patatas (prueba de ello es el mínimo o nulo uso que se hace en trayectos importantes como Madrid- Barcelona y lo increíblemente caro que es), dejar a la población de los municipios entre Lorca y Murcia (La Hoya, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla) es una declaración de guerra abierta contra las clases populares. ¿Qué van a hacer ahora esos estudiantes que no disponen de vehículo propio? ¿Qué tendrán que hacer los trabajadores que se beneficiaban de este servicio para ir a sus puestos de trabajo? ¿Qué les toca ahora a las personas que no disponen de un vehículo propio para desplazarse a otro municipio?

La respuesta es tan sencilla como triste: se joden. Y es lo que toca, nos encontramos ante un o secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Gobierno de España que es murciano, Pedro Saura, pero que en Murcia lo quieren poco, todo sea dicho, y que lejos de mirar por el bienestar y el acceso universal de los murcianos y murcianas a un bien como es el transporte público, lo va restringiendo y haciendo menos accesible.

Desde ADIF se defienden diciendo que este es solo un cierre temporal pero… ¿temporal como el de muchos municipios de la provincia de Granada? Que tras muchos años no han vuelto a ver un servicio de cercanías, y ya no hablemos de la conexión ferroviaria de Andalucía y Murcia porque es mejor no llorar.

En definitiva, vemos a día de hoy el silencio de muchos alcaldes y cargos municipales del valle del Guadalentín ante este ataque frontal contra la clase trabajadora, que en muchas ocasiones dependemos de este servicio para nuestras tareas más fundamentales, cosa que no extraña a nadie porque viene desde arriba. Pero desde aquí, desde mi lugar político y ciudadano en la sociedad digo claramente no, de eso nada.

Aquí en la foto os dejo la reunión de los cargos municipales y representantes de IU a nivel local de los municipios afectados por el corte de este servicio, reunidos en el Ayuntamiento de Lorca.

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