Hay mañanas en las que uno no consigue dar crédito a lo que le toca leer o escuchar. A las clásicas noticias de corrupción, malversación y prevaricación, a las que los españoles estamos tristemente acostumbrados, se han unido durante estos últimos meses las más estridentes estupideces de cualquiera al que le ponen un micrófono cerca, la última, es la protagonizada por la formación de extrema derecha VOX.
Este jueves 16, en una ceremonia apartidista y en solidaridad por las víctimas de la COVID en nuestro país, se ha vuelto a desaprovechar una oportunidad maravillosa para que todos los representantes políticos se den la mano y remen unidos en favor de nuestro país, aunque solo sea en el plano sentimental, sin pasta de por medio. Volvemos a encontrarnos con que aquellos que afirman ser los “más españoles” han declinado la oferta de rendir homenaje en un acto laico y donde los colores políticos eran lo de menos, al menos para el resto.
No obstante y a pesar de no haber aparecido en aquel acto, el partido verde es incapaz de no atacar a quienes sí estuvieron allí, inventando cifras de fallecidos, jugando con el dolor de los españoles para justificarse, etc. Pero en su gran arsenal hay un arma que nunca falla, y que les funciona casi a la perfección, el engañar a los españoles. Los bulos, que en forma de foto o página web, corren como la pólvora por nuestras redes sociales, se llenaron este viernes de las palabras de Hermann Tertsch (eurodiputado de VOX), quien afirmaba que “Miembros de Podemos se dan la vuelta mientras el jefe del Estado habla”.
Esta afirmación, que no tiene ni pies ni cabeza, consiguió alcanzar a muchas personas, y aunque se desmiente con una simple búsqueda en Google, el daño ya está hecho, como se suele decir. Y es que estos “revolucionarios” asistentes, no eran más que algunas intérpretes de lengua de signos, que estaban cubriendo el evento de cara a las cámaras, pero como cualquier excusa es buena y todo vale, aquellos que no tienen ni código ético aprovecharon la ocasión.
Mi reflexión ante esta situación es preguntarme quién tiene la culpa, si aquellos que creen a pies juntillas lo que quieren ver (o lo que les dicen por Telegram desde arriba) o quienes mienten, inventan o dividen a los españoles aun envolviéndose en nuestra bandera. Me temo que, con toda seguridad, es una culpa compartida.
Si (
No(
