Las venturas y desventuras de un grupo de pastores protagonizadas por Antón, el más descarado de todos ellos, volvieron un año más al escenario del Teatro Velasco por Navidad. El Grupo de Coros y Danzas Virgen del Rosario contó de nuevo con el respaldo del público, que no falló a la cita con el Auto de los Pastores y que recompensó con un sonoro aplauso a los actores tras la representación.
Por el escenario pasaron el Diablo acompañado de decenas de sus pequeños secuaces, el ángel anunciador, la Virgen María, San José y, por supuesto, el Niño Jesús.
La obra se viene representado en Alhama desde 1927 por iniciativa en aquel año de Luisa Cánovas Vidal. Cuenta en verso la historia de unos pastores de Belén durante el nacimiento del Niño Dios. Se trata de un argumento sencillo e ingenuo que divierte a pequeños y mayores. Con gran colorido, canciones y el humor del texto, además de algunas bromas de los actores, narra el encuentro de Antón, el pastor protagonista, con el Diablo. Y finaliza con la adoración del Niño por parte de todos.
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